Recientemente, tuve la oportunidad de organizar un taller Crazy 8 como parte de un proyecto. Este taller se utiliza a menudo en la fase de divergencia del Design Sprint.
Opté por montar este taller porque, en primer lugar, teníamos que entregar una pantalla con unas especificaciones muy concretas en muy poco tiempo; por otra parte, también quería poner a prueba un nuevo método de diseño junto al equipo.
Es recomendable incorporar a un diseñador UX, además del Product Manager.
Desarrollo del taller
En una hoja A3 dividida en 8 recuadros (puedes imprimir una plantilla de Crazy 8 preparada), cada participante describirá una pantalla o característica en cada uno de ellos.
El tiempo está limitado a 40 segundos por recuadro, con 20 segundos de pausa (en total, 8 minutos).
Cuando pasan los 8 minutos, cada participante se turna para levantarse, poner sus pantallas en la pared y presentárselas al resto de compañeros.
Esta fase supone un verdadero momento de intercambio que fomenta la innovación. Los participantes pueden inspirarse entre ellos para hacer evolucionar sus ideas.
Si el tiempo lo permite, es recomendable repetir el ejercicio un par de veces para crear bocetos lo más completos y utilizables posibles.
Tras la fase de divergencia, los participantes pasarán a la fase de convergencia.
Los participantes tratarán de escoger las mejores ideas mediante votación —por ejemplo, utilizando pegatinas— para llegar a un consenso, explicando los motivos de su elección en voz alta.
La última fase consiste en recopilar las mejores ideas. El diseñador UX hará un compendio de las que han recibido más votos en el paso anterior. A partir de estas ideas, se podrán realizar los bocetos definitivos del producto final.
Los beneficios del taller Crazy 8
Uno de los beneficios de este taller también es uno de los fundamentos del Design Thinking: la empatía.
Así es: el taller Crazy 8 es una técnica de creación colectiva que obliga a los participantes a ponerse en el lugar del usuario final, convirtiéndose en su voz. En el momento de comenzar con el taller, hay que identificar al usuario y explicar en qué contexto utilizará nuestro producto.
Además, este taller permite que tanto el Product Owner como el Diseñador UX se aseguren de que comienzan con una base sólida y un objetivo común que implica a todos los participantes.
Además de la empatía, la limitación de tiempo permitirá, por un lado, que los participantes se centren en lo más importante, y que también sean conscientes de la dificultad de diseñar pantallas adecuadas para los clientes finales. Así, se podrán detectar las pantallas más problemáticas y sobre las cuales es difícil ponerse de acuerdo.
Finalmente, en este taller todos los participantes pueden contribuir y participar activamente en la creación de una característica o producto.
Consejos para organizar un buen taller Crazy 8
1. Garantizar la logística
Antes de comenzar con el taller, asegúrate de tener a mano:
- Hojas A3 - A4
- Rotuladores y lápices de colores
- Pegatinas para votar
- Cinta adhesiva
- Un temporizador
2. Invitar a los participantes adecuados
Invita a este taller a un máximo de 5 participantes. Si incorporas más participantes, estos afectarán a la dinámica general, y la fase de convergencia acabará convirtiéndose en algo muy costoso.
La selección de perfiles diferentes (voluntarios) aportará ideas más variadas y puntos de vista más diversos.
Explica a los participantes que no necesitan saber dibujar para participar y que el objetivo sigue siendo materializar lo que se espera de una característica del producto.
3. Explicar el contexto y el proceso
Al comienzo del taller, es esencial recordar el contexto, las características en las que se va a trabajar y el proceso del taller.
Recuérdales siempre que cualquiera puede crear una pantalla, sea cual sea. Los participantes pueden hacer 8 versiones de la misma pantalla, un recorrido completo con 8 pantallas o incluso centrarse en un botón en particular con varios estados.
En mi caso, quise recordar el MPV en un panel de la pared, usando un mapa de historia con pósits.
También es importante recordar al principio del taller los objetivos de cada una de las características: conversión, comunicación...
Por último, y antes de llegar al meollo del asunto, no te olvides de explicar qué se gana realizando este taller y el resultado final que se espera del mismo.
4. Decorar la sala
En este tipo de taller, lo mejor es que los participantes desconecten de su entorno cotidiano.
Escoge una sala que los participantes utilicen poco y decora una pared con ideas que les sirvan de inspiración. En ella no solo puedes poner ejemplos relacionados con el oficio, sino también otras cosas. Da rienda suelta a tu creatividad.
Mi opinión sobre el Crazy 8
Personalmente, me pareció un ejercicio muy gratificante, si bien a veces complicado de dirigir.
Hay que canalizar las intervenciones de los más habladores y animar a los menos atrevidos para que participen.
En resumen, hay dos factores claves para el éxito:
- Encontrar a los participantes adecuados para el taller
De hecho, quise involucrar a personas con distintos perfiles para que participaran en un taller de creación colectiva, pero les pareció muy complejo.
- Asegurarse de que los objetivos y expectativas de este taller sean comprendidos y compartidos por todos.
Durante el taller, observé que algunos participantes no tenían una idea clara del resultado esperado para alguna de las características, pero al final acabamos con unas cuantas ideas buenas para la creación de este panel de administración.
A día de hoy, compruebo que los participantes de este taller están orgullosos del producto que se desarrolló y que ellos contribuyeron construir.
¿Cuáles son vuestros consejos para organizar un taller de creación colectiva con éxito?
Foto de FORTYTWO on Unsplash
Para aprender más: descarga el Product Design Stater Toolkit