Si tuviera que recomendaros qué melón abrir ante el reto de documentar tu producto, sería el de este episodio: el exceso de información. Antes de escribir, hay que leer (consejo para escritores, y ahora para Product Managers). En este artículo, abordaremos cómo identificar, manejar y optimizar la documentación en exceso, transformando un potencial caos en una herramienta estratégica de valor incalculable.
Exceso de información: Un reto para Product Managers
Es muy habitual que cuando decimos “la documentación de producto es la gran olvidada” creamos que significa que es inexistente, pero lo que más nos solemos encontrar es lo contrario: Too Much Information.
Por desgracia, antes de comenzar a documentar, tendrás que pasar por leer lo que ya existe y hablar con quien lo escribió (si es que sigue en la organización). Porque tu trabajo principal es muy probable que vaya a ser ordenar y dar un formato más amable a lo que ya existe. Por amable, me refiero a simplificar toda esa información para hacerla más accesible y comprensible para todos los miembros del equipo y los que vengan.
La realidad de documentar tu producto
Una de las situaciones clásicas cuando te encomiendas a documentar tu producto es encontrarte con el escepticismo de las personas que sí han documentado. A veces, llegas con la mirada limpia y voluntariosa a un equipo y crees que les estás salvando, cuando sí que han hecho sus deberes.
Pero, ¿entonces por qué te han encargado documentar? Muchas veces, se ha "vomitado" todo en un documento y no tiene orden ni criterio (y, para qué mentir, además suele ser un tostón de leer…). Otras veces, está muy dirigido a un lector muy técnico o veterano en la empresa, que conoce a la perfección todos los detalles, pero que no se pone en los zapatos de una persona que desconoce la jerga técnica o que acaba de aterrizar en el equipo. Y, alguna que otra vez, el contenido es de calidad, pero está perdido o desactualizado.
Personalmente, asocio mucho La Avalancha a la investigación de Producto: nadar entre océanos de artículos e ir buscando qué sirve y qué no, con La Necesidad como faro.
Por ponerte un ejemplo…
En mi actual misión, documentación no falta. De hecho, la hay en varios sitios, escrita por distintas personas y en momentos variados del desarrollo del producto. Cuando me puse a leer, era difícil entender qué eran minutas de reuniones, qué seguía siendo relevante o verdadero, quién estaba en el equipo y qué función desempeñaba…
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