Adaptarse o extinguirse: el futuro de los Product Designers

  • Actualizado: 13 febrero 2025
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Este será el año del diseño estratégico. Consecuencia directa: los diseñadores deben salir de sus burbujas y convertirse en motores de rendimiento e innovación. IA generativa, hiperpersonalización, CX holística... Los desafíos son inmensos, pero la oportunidad es clara: acentuar el impacto del diseño en el negocio y ampliar los límites de la creatividad. En este artículo, Thomas Vidal, Partner en Thiga y Head of Design en Accor, hace un llamamiento a una transformación radical: orquestar, influenciar y colocar el diseño en el corazón de las decisiones estratégicas para modelar el futuro de las empresas.

Este año marca un punto de inflexión para el Diseño. Hoy, ser product designer significa estar en el epicentro del cambio: colaborar estrechamente con los equipos de Producto, Negocio y Tech para crear soluciones que sean tanto innovadoras como alineadas con los objetivos económicos. Lejos de enfrentar creatividad y pragmatismo, se trata de combinar ambas fuerzas para responder a los desafíos de un mercado en constante evolución. Quienes no abracen esta transformación corren el riesgo de desaparecer.

Hoy en día, las empresas esperan que los diseñadores aporten un valor medible, influyan en las decisiones estratégicas y se adapten a las restricciones económicas crecientes sin perder la creatividad. Permanecer en una postura aislada, fuera de la estrategia empresarial, implica el riesgo de ver su rol marginado o incluso reemplazado por herramientas de automatización, como la IA generativa. En cambio, transformarse significa seguir siendo relevante y asegurar tu lugar en un mundo en constante evolución.

Esta transformación impone desafíos cruciales, con varias temáticas clave en el corazón de este renacimiento.

El Diseño estratégico: crear impacto y jugar un papel central

Este año, los product designers deberán ir más allá de la simple mejora de experiencias. ¿El objetivo? Ser percibidos como verdaderos socios estratégicos, capaces de influir directamente en las decisiones clave de las empresas. Esta evolución requiere un enfoque más amplio, en el que el diseño se convierta en una palanca esencial.

La integración del valor empresarial

El diseño debe integrarse plenamente en las dinámicas estratégicas de la empresa, colaborando estrechamente con los equipos de Producto, Tech y Negocio. Esto implica:

  • Alineación con OKR comunes: definir objetivos claros y medibles compartidos con todas las partes interesadas, garantizando una contribución directa del diseño a las prioridades estratégicas.
  • Medición regular del impacto: demostrar cómo las acciones de diseño influyen en los resultados, ya sea en el aumento de ingresos, la mejora de la satisfacción del cliente o la reducción de costos.
  • Un vínculo más estrecho con los responsables de la toma de decisiones: integrar el diseño en las discusiones estratégicas desde las fases iniciales para anticipar y maximizar su impacto.

Experiencias sin fricciones para diferenciarse

En un entorno donde las empresas manejan una gran cantidad de productos y servicios, el desafío no es solo destacar, sino también garantizar una experiencia homogénea y coherente para los usuarios en un mercado saturado y exigente.

El diseño juega aquí un papel clave como factor de unificación:

  • Crear una coherencia global: asegurarse de que cada producto, cada interacción, refleje los valores de la marca y ofrezca una experiencia fluida e intuitiva, sin importar el punto de contacto.
  • Implementar herramientas compartidas: aprovechar Design Systems robustos para estandarizar las prácticas y acelerar la creación de experiencias alineadas a gran escala.

El diseño responsable como creación de valor

En el mundo digital, el diseño responsable no se limita a responder a desafíos sociales y ambientales. Representa una oportunidad para crear valor sostenible tanto para los usuarios como para las empresas. Aquí algunas claves de cómo el diseño puede desempeñar este papel crucial:

  • Diseñar interfaces eficientes y eco-responsables: reducir la huella de carbono de los productos digitales a través de diseños optimizados, sistemas ligeros y una gestión racionalizada de los recursos.
  • Equilibrar responsabilidad y rendimiento: demostrar que las decisiones responsables, como la accesibilidad o el eco-diseño, pueden también fortalecer el compromiso del usuario, la fidelización y la eficiencia de los recorridos digitales. De este modo, el diseño responde a los desafíos sociales mientras contribuye al crecimiento y la rentabilidad de las empresas.
  • Medir el impacto a todos los niveles: integrar métricas concretas para demostrar cómo el diseño responsable mejora tanto el rendimiento medioambiental como la experiencia del usuario y los resultados del negocio.

Al asumir plenamente estos roles, el diseño se convierte en un actor clave en la transformación de las empresas. En 2025, los product designers no solo tendrán que imaginar y crear, sino también influir, evolucionar y medir. Solo bajo esta premisa el diseño alcanzará su máximo potencial.Group 1434

La IA generativa: acelerar sin diluir la creatividad

Este año, la inteligencia artificial generativa continuará transformando profundamente el rol de los product designers. Si bien ofrece oportunidades únicas para automatizar ciertas tareas y acelerar procesos, también permite pensar en las experiencias del futuro integrando datos y evaluando su impacto. El reto es aprovechar estas capacidades sin perder la ética, la dimensión humana y la creatividad en el centro de nuestra disciplina.

Colaborar con la IA para ganar en eficiencia y productividad

La IA generativa debe verse como un socio de trabajo que amplifica las capacidades de los product designers a lo largo del ciclo de diseño, desde la fase de discovery hasta la de delivery. Algunos ejemplos incluyen:

  • Prototipado automatizado: generar rápidamente wireframes, mockups e incluso interfaces funcionales basadas en inputs estratégicos.
  • Tests de usuario a gran escala: simular comportamientos de usuarios para identificar puntos de fricción y afinar las soluciones antes de su implementación.
  • Herramientas de productividad integradas: incorporar IA en los workflows para optimizar los procesos de discovery, mejorar la colaboración y acelerar la producción de entregables alineados con los objetivos. Estas herramientas reducirán las tareas repetitivas y tediosas, permitiendo que los equipos de diseño se concentren en los aspectos estratégicos y creativos de su misión.

Esta colaboración permitirá a los equipos de diseño enfocarse en tareas de mayor valor añadido, como la reflexión estratégica y la creación de experiencias memorables.

Ser garantes de ética y creatividad

Si bien la IA puede acelerar el proceso de diseño, también plantea importantes desafíos en términos de ética y responsabilidad:

  • Evitar sesgos algorítmicos: los product designers deberán intervenir en las primeras fases para garantizar que las soluciones generadas por la IA no reproduzcan ni amplifiquen sesgos existentes.
  • Garantizar la inclusividad: velar por que los sistemas basados en IA sean accesibles a todas las personas, independientemente de su origen, capacidades o idioma.
  • Preservar la verdadera creatividad: la IA puede sugerir soluciones, pero corresponde a los product designers darles sentido y asegurarse de que respondan a los objetivos estratégicos y emocionales.

Integrar la IA en los user journeys y repensar las experiencias

Incorporar la IA en los user journeys no se trata solo de agregar funcionalidades, sino de repensar profundamente cómo concebimos e interactuamos con los sistemas. Los flujos inteligentes impulsados por IA abren la puerta a una personalización avanzada y a modelos de interacción reinventados:

  • Personalizar experiencias a gran escala: utilizar la IA para adaptar los user journeys del usuario en tiempo real según preferencias, contexto y datos recopilados, ofreciendo a cada usuario una experiencia única y alineada con sus expectativas.
  • Reinventar los modos de interacción: superar los prompts tradicionales para integrar asistentes inteligentes capaces de comprender intenciones, anticipar necesidades y responder de manera fluida y proactiva.
  • Evolucionar el diseño de sistemas: lograr que la IA sea omnipresente pero invisible, al servicio de interacciones naturales y sin fricciones, donde la tecnología desaparece detrás de una simplicidad aparente.

En 2025, el diseño digital no se limita a seguir el ritmo de los avances de la IA: la anticipa y la impulsa

Esta aproximación propone una verdadera evolución (incluso una revolución) de los estándares, donde los usuarios interactúan con sistemas intuitivos, personalizados y centrados en sus necesidades reales. Si bien el prompt ha marcado una etapa importante, no encarna el futuro a largo plazo: los sistemas deben volverse autónomos, intuitivos y estar verdaderamente integrados en las experiencias del día a día.

En 2025, el diseño digital no se limita a seguir el ritmo de los avances de la IA: la anticipa y la impulsa, situando siempre al usuario en el centro, para lograr un impacto duradero y significativo. Los product designers deben abandonar los paradigmas actuales para inventar interacciones más humanas, fluidas y relevantes con la IA: en definitiva, el regreso de la creatividad.

La hiperpersonalización: la clave del rendimiento

Como evolución lógica, la hiperpersonalización es la aplicación concreta de la IA en el diseño digital: utilizar datos y algoritmos para crear experiencias completamente adaptadas a las necesidades, expectativas y contextos de cada usuario. Esto representa una gran oportunidad para las marcas y un desafío importante para los product designers en varios aspectos:

Interfaces adaptativas

Crear experiencias hiperpersonalizadas obliga a los diseñadores a replantear por completo su manera de concebir el diseño. Esto requiere un enfoque modular y flexible, donde cada elemento de un producto pueda adaptarse a diferentes necesidades sin comprometer la coherencia global (por ejemplo, previendo templates para diferentes escenarios). Es necesario, por lo tanto, replantear los procesos de diseño aplicando lógicas de adaptación que permitan garantizar una experiencia fluida e intuitiva, teniendo en cuenta cientos de variables dentro de un mismo producto, y no solo entre diferentes productos.

El regreso a los detalles

La hiperpersonalización también marca el regreso de la atención al detalle en el diseño. Las experiencias personalizadas no solo deben ajustarse a cada usuario, sino que también deben ser innovadoras, envolventes y visualmente impactantes. Esto implica:

  • Crear microinteracciones de alto nivel que despierten emoción y hagan memorable cada interacción.
  • Elevar la identidad de marca: la hiperpersonalización refuerza el vínculo entre el usuario y la marca, pero esto solo es posible con un Design System sólido que garantice coherencia y excelencia en cada punto de contacto.
  • Redefinir la creatividad en los detalles: volver a una aproximación donde cada píxel, cada transición y cada animación contribuyan a una experiencia envolvente, innovadora e inolvidable.

La hiperpersonalización exige, por lo tanto, que los product designers vayan más allá de la simple adaptación funcional para ofrecer experiencias nuevas, profundamente inmersivas y conectadas con la esencia misma de la marca.

Una CX que funcione más allá del digital

Hoy en día, la Customer Experience (CX) sigue siendo un tema complejo. Incluso dentro del ámbito digital, las empresas todavía tienen dificultades para ofrecer experiencias realmente completas, fluidas y coherentes, compartidas por todos los actores involucrados. Esta realidad se vuelve aún más evidente cuando se trata de extender estas experiencias más allá del digital.

En 2025, los product designers están llamados a diseñar experiencias globales que combinen lo digital y lo físico para:

  • Integrar recorridos omnicanal: garantizar continuidad entre los puntos de contacto físicos (tiendas, hoteles) y digitales.
  • Aprovechar tecnologías inmersivas: la realidad aumentada, los objetos conectados y las experiencias multisensoriales se convertirán en herramientas clave para enriquecer la experiencia del cliente.
  • Crear momentos memorables: apostar por experiencias cargadas de emoción que dejen huella en los usuarios.

Si bien la hiperpersonalización permite responder a las expectativas individuales de los usuarios, la CX holística va más allá al unificar todas las dimensiones de una experiencia. Una verdadera CX holística exigirá que los diseñadores colaboren estrechamente con los equipos de Negocio, Tech y Marketing para anclar cada interacción dentro de una visión común.

Queda claro: este es el año en que el diseño digital debe superar su estatus de disciplina creativa para convertirse en un motor de impacto estratégico. Sin embargo, esta transformación no significa abandonar lo que constituye la esencia del diseño: creatividad, emoción e innovación. Al contrario, implica potenciar aún más estas cualidades con un enfoque riguroso, donde cada decisión esté informada por datos (y no solo por ellos) y alineada con una estrategia clara.

Negarse a esta evolución es arriesgarse a quedar marginado. Pero abrazarla significa posicionarse como un actor clave del cambio, capaz de transformar no solo productos, sino también organizaciones.

Quienes estén a la altura de estos retos saldrán fortalecidos, listos para guiar a sus empresas en un mundo en constante cambio, donde el diseño ya no es una función, sino una fuerza indispensable para la resiliencia y la innovación.

Al mismo tiempo, esto presenta una oportunidad única: ser más influyentes, más estratégicos y demostrar que el diseño no solo moldea productos, sino también el futuro de las empresas. Al asumir este rol ampliado, los product designers se consolidan como verdaderos agentes de cambio.Group 1434

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