La retrospectiva es una oportunidad para que los equipos ágiles analicen en unos pocos segundos lo que sucedió durante la iteración.
Permite que los participantes mejoren su capacidad de trabajo en equipo y sus métodos de trabajo.
El objetivo de esta forma de revisión es adaptarse a los cambios que se producen durante el proyecto y mejorar continuamente el proceso de desarrollo para garantizar que el producto entregado cumpla siempre con las expectativas del cliente.
Además, también tiene como propósito identificar qué elementos del proceso de desarrollo han funcionado bien y cuáles tienen que mejorarse.
Seguidamente, se establece un plan de acción de mejora que el equipo tendrá que implementar en la siguiente iteración.
La retrospectiva es uno de los pilares básicos de un proyecto ágil. Sin ella, no hay cabida ni para un constante aprendizaje ni para una mejora continua; vamos, que no hay agilidad.
Por desgracia, el concepto aún no se ha puesto en práctica lo suficiente.
¿Qué aspecto no deberían tener las retrospectivas?
Imaginemos la siguiente situación:
Te reúnes con el equipo de desarrollo y el resto de implicados en la retrospectiva en una sala, alrededor de una pequeña mesa. El organizador —tú u otra persona— deja algunos marcadores y post-its en la mesa. El equipo apunta aquello en lo que ha sido eficaz en los post-its verdes y lo que no ha funcionado en los post-its rosas. Los mismos problemas surgen una retrospectiva tras otra y no se adoptan las medidas adecuadas. La gente ha perdido la fe, algunos se ponen a mirar el móvil durante la reunión, otros ni siquiera acuden y la mayoría te dirá que prefiere no moverse del ordenador y seguir trabajando.
Las retrospectivas pueden ser una experiencia poco agradable, pues le estamos pidiendo al equipo que nos diga lo que no ha funcionado. Cada vez que no se cumplen los plazos o que el equipo presenta más errores que características, lo viven como gran fracaso. Por eso las retrospectivas acaban resultándoles de todo menos agradables.
Si la anterior situación te es familiar, seguramente te toca darle un lavado de cara a tus retrospectivas para convertirlas en una herramienta verdaderamente productiva.
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¿Cómo se consigue una buena retrospectiva?
Es una suerte trabajar en un equipo donde los miembros se turnan para organizar las retrospectivas, implicando así a todos en el proceso. Eso hace que se valoren mucho más e incluso que tengan ganas de que llegue la siguiente.
Antes de compartir algunos ejemplos de retrospectivas eficaces y consejos para que tu equipo saque el máximo partido a este ejercicio, echemos un vistazo a las que, en mi opinión (y sobre todo fruto de mi investigación sobre el tema), son las reglas de oro para cultivar un clima de confianza y fomentar un ambiente donde el equipo pueda debatir abiertamente.
Ahora que estamos de acuerdo sobre los fundamentos básicos de la retrospectiva, hagámosla también entretenida y eficaz.
Para ello, el libro de cabecera es el Agile Retrospectives - Making Good Teams Great, de Diana Larsen y Esther Derby; una excelente combinación de teoría y ejercicios prácticos. Lo considero un imprescindible para todo aquel que quiera convertirse en «la reina (o el rey) de las retrospectivas».
Cualquier retrospectiva que se precie consta de 5 pasos que aseguran un proceso estructurado, dinámico y eficaz:
Paso 1: Iniciar la retrospectiva (Set the stage). En esta etapa, el objetivo es crear un buen ambiente, relajado y motivador, que invite a la participación de todos.
Paso 2: Recopilar los datos (Gather data). Una vez que se haya creado un buen ambiente, toca ir al grano. Hay que intentar recopilar la mayor cantidad de información posible. Anota las ideas de todos los participantes para comprender el estado de ánimo del equipo.
Paso 3: Generar percepciones (Generate insights). Una vez recopilados los detalles, llega el momento de comprender y analizar la información. En esta etapa de la retrospectiva, debemos establecer modelos e identificar tendencias; buscar y sacar a la luz los problemas. Solo podremos resolver los problemas si primero los reconocemos.
Paso 4: Decidir las medidas de actuación (Decide what to do).Ahora que hemos sacado a relucir lo malo, hay que abordarlo. En lugar de elaborar una lista interminable de posibles acciones, centrémonos en las 2 o 3 acciones más urgentes. Lo más importante es que se puedan llevar a cabo durante la siguiente iteración.
Paso 5: Cerrar la retrospectiva (Close). Después de adoptar medidas para resolver los problemas detectados, tenemos que cerrar la retrospectiva. Es importante que la conclusión tenga un impacto significativo, tanto para motivar al equipo encargado de una nueva iteración, como para animar a los participantes para que acudan a la siguiente retrospectiva.
Ahora ya tienes entre manos una retrospectiva casi perfecta.
¿De dónde saco las ideas?
Hay muchos sitios donde podrás encontrar ideas de ejercicios y juegos para tus retrospectivas:
- El libro Agile Retrospectives - Making Good Teams Great, mencionado anteriormente, es un buen comienzo.
- El sitio web Fun Retrospectives, dedicado a las retrospectivas ágiles, donde puedes comprar lo que más útil te resulte.
- El sitio web Plans for retrospectives genera retrospectivas aleatorias que te serán muy útiles cuando no tengas tiempo y necesites recurrir a una secuencia «prefabricada».
- La retrospectiva también tiene una wiki exclusiva.
- Y para terminar, la sección de juegos de Tastycupcakes.
No obstante, no debemos olvidar la importancia de adaptar la retrospectiva a las necesidades del equipo.
Hay que tener madera de psicólogo e intentar anticipar los problemas y obstáculos. Los desarrollos prefabricados son ciertamente prácticos, pero, si por ejemplo no encajan con el espíritu del equipo, pueden perder su eficacia.
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Foto de Jason Goodman en Unsplash