¿Recuerdas aquellos días de antaño cuando ser Product Manager era como pertenecer a un club secreto, donde nos movíamos entre las sombras, hablando en código? ¡Por el amor del Karma! ¡Eso era hace sólo 7 años! Ahora somos una horda, un ejército, un espectáculo de 500 personas reunidas para escuchar al nuestro CPO Paco Crespo. Y aún con esos números, ¡no somos capaces de explicar a nuestras madres lo que hacemos! Por supuesto, ella cree que somos informáticos. ¿Pero qué más puede pensar?
Y es que, señoras y señores, si antes éramos el escurridizo Bigfoot o el chupacabras de la industria tecnológica, ahora parece que somos la solución a todos los problemas. ¿Necesitas una persona experta en Java? ¡Consigue tu Product Manager! ¿Una especialista en diseño? ¡Product Manager! ¿Alguien que instale Google? ¡Maldición, eso suena como un trabajo para un o una Product Manager! De hecho, si me descuido, terminaré siendo el barista de tu café favorito.
Y en medio de esta avalancha de expectativas y responsabilidades, surge nuestra heroína: Ana María. Todos y todas somos Ana María. Una matemática convertida en Project Manager que, después de su enésimo webinar y tras conseguir todas las certificaciones posibles, decide que quiere ser... ¡adivinaste! Product Manager.
Capítulo 1: Stakeholders
Pero la pobre Ana María no sabía en lo que se estaba metiendo. Su primera experiencia fue en una corporate de viajes. En lugar de 'Product Manager', su contrato decía 'Project Manager'. ¿Una señal temprana de problemas en el horizonte? Probablemente. Pero Ana María, con su infinito optimismo, decide seguir adelante.
Su misión inicial es crear un roadmap. Pero se topa con el primer gran obstáculo: no hay estrategia ni números a la vista. Solo una avalancha de solicitudes, peticiones y una deuda técnica que parece una montaña insuperable. Pero Ana María no se desanima. Se pone su capa de "mini-CEO", elabora su plan y... fracasa. Sí, así es la vida del Product Manager. Puede que haya sido por la falta de 'fit' cultural, o quizás porque no dejó que los stakeholders dictaran cada movimiento. No importa. La moraleja es clara: nunca dejes las relaciones con los stakeholders al azar. Mapeo a tus stakeholders, influencia, interés en tu producto, esas cosas. Y por supuesto, ¡marca un plan para trabajar con tus stakeholders dependiendo del grado de influencia e interés!
Capítulo 2: CRM
En su segundo intento, Ana María se une a una startup. Parece un puesto prometedor, hasta que se encuentra con el monstruo que todos tememos: el CRM. Un ente poderoso que se expande por sí mismo y bloquea cualquier intento de evolución del producto. Ana María, sin embargo, no se rinde. Dedica un año y medio a migrar el CRM. Pero, como en toda buena tragedia, al final, sus esfuerzos son en vano. Sus stakeholders han firmado un nuevo contrato con... sí, otro CRM.
Después de todo este drama, una lección emerge: siempre habrá obstáculos inesperados. Pero no se puede detener la evolución de un producto para enfrentar cada pequeño inconveniente. Un producto debe ser escalable y conquistar el mundo, y para ello, es esencial tener una visión clara y un plan estratégico.
Ya véis amigos y amigas, si ser Product Manager significa enfrentarse a retos imprevistos, decisiones erróneas y stakeholders incomprensibles, entonces ¡brindo por todas las personas que estamos dispuestas a enfrentar ese desafío! Porque, después de todo, ¿quién necesita cuentos de hadas cuando la realidad es tan emocionante?
Capítulo 3: Estructura de Producto
Y aquí vamos otra vez. Si te estás preguntando si he tomado algo antes de escribir todo esto, cerveza o así te digo: sólo café. Quizás demasiado.
Volvemos con Ana María. Tras un trabajo meticuloso, basado en datos, se enfrenta a la peor pesadilla de cualquier Product Manager: la reunión de comité. Aquí, los jefazos y jefazas deciden que las promociones y descuentos son el futuro. No importa el trabajo previo de Ana. Sabemos lo que es eso, trabajas meses en algo y luego llega un tipo de traje caro o una tipa tipo Rottenmeier y lo cambia todo en un rato porque... pues porque sí.
Moraleja: la importancia de una estructura de producto. Menciona a su CEO, pero no al CEO cool de Google. No, al otro CEO, a la persona que manda y que, de alguna manera, se convierte en la antagonista de este capítulo de nuestra historia. La lección es que si no hay estructura de producto, si no existe, entre otros roles, la figura del CPO que hable de tú a tú con el comité, todo se desmorona. Bueno, no literalmente, pero casi.
Capítulo 4: La Tragedia de la Transformación
Nos sumergimos en la siguiente experiencia de Ana María. Pasamos por la euforia inicial de lograr tres, sí, ¡TRES! funcionalidades en un año. Y aquí viene la lección: aprende cuánto Discovery y cuanto Research hacer.
El golpe de gracia llega con la transformación digital, algo que suena supercool pero es básicamente el equivalente corporativo de reorganizar el armario de tu casa porque te aburres. Pero, como siempre, hay conflictos. Y como si fuera un episodio de Star Wars, Ana se ve tentada por el lado oscuro. ¿Dónde están los sables láser cuando los necesitas?
Capítulo 5: Conclusión y... ¡¿Moralejas?!
Después de todo este viaje, nos damos cuenta de que Ana María ha cambiado, para bien o para mal, es discutible. Y llegamos a la moraleja final: el entorno laboral nunca será perfecto. Una gran revelación que seguramente nos dejó a todos boquiabiertos (nótese el sarcasmo). Pero la idea es clara: en vez de quejarse, propón, argumenta y actúa.
El propio Paco nos desafía a cambiar la actitud, a reinventarnos y a, básicamente, no quedarnos en la silla entre lamentos.
Epílogo: Q&A
Ah, la sección de preguntas y respuestas, el momento que todos esperamos para poder interactuar con Paco, o simplemente para alargar el tiempo y sacarle alguna cerveza. Y, como es de esperar, las preguntas vienen con todo: desde cómo identificar cuándo hay que cambiar cosas en la estructura de la empresa hasta cómo lidiar con los egos en una estructura de producto. Y sí, Paco tiene una respuesta para todo. Puede que no siempre sea la respuesta que quieres escuchar, pero al menos es coherente.
Finalmente, el Fin (por ahora)
Después de lo que parece un suspiro, el viaje con Paco llega a su fin. Nos deja con moralejas, anécdotas y, posiblemente, con la energía de querer cambiar las cosas. Pero si algo es seguro, es que esta charla nos da mucho en qué pensar. Y si no, al menos nos dejó con ganas de una cerveza.
Así que ahí lo tienen, querida audiencia lectora, la crónica ácida de "Desmitificando al Product Manager" por Paco Crespo. Como siempre, me despido con una reflexión final: quizás la moraleja más importante de todo esto es recordar que, en el mundo de producto, y más en el mundo corporativo, siempre es crucial tener un buen sentido del humor. Y un par de cervezas a mano. ¡Hasta la próxima!
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