Un backlog representa una lista de elementos de valor añadido que aún no se han realizado. Para un producto digital puede consistir en:
- User Stories (nueva necesidad o evolución).
- Anomalías.
- Tareas técnicas.
- Spike (tarea de estudio sobre un tema bien identificado).
El término «backlog» se ha popularizado en el campo de la informática con la llegada de Scrum y lo hay de 2 tipos:
- El backlog del producto.
- El backlog de Sprint.
El backlog del producto
Representa lo que hay que hacer a nivel de Producto. Se mantiene actualizado, entre otras cosas, sobre la base de la retroalimentación de los usuarios.
Los elementos presentes en él no necesitan muchos detalles. Se trata sobre todo de tener una visión global que permita a los interesados en el Producto tener una visibilidad sobre el resto de lo que hay que hacer, así como una idea de los progresos.
El dueño del producto es responsable de esto. Su modificación debe hacerse con su acuerdo.
El backlog de Sprint
Representa los elementos que hay que lograr para alcanzar el objetivo de sprint. Se define antes de un sprint, durante la planificación del mismo y, en la medida de lo posible, no cambia durante un sprint. Si evoluciona, se hace de acuerdo con el equipo de desarrollo.
A diferencia de los elementos presentes en el Product Backlog, un elemento del Sprint debe ser detallado (con sus criterios de aceptación) para que la realización sea conforme a lo esperado.
Además de ser herramientas de comunicación muy recomendables, los backlogs son elementos tangibles que permiten hacer proyecciones y, por lo tanto, promover la toma de decisiones sustentadas en datos.
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