Un producto responsable es aquel que es honesto, meritorio, abierto, solidario, fiable en los datos y predecible (huella en las personas). Es frugal (huella medioambiental) y económicamente equilibrado (huella económica).
Un producto responsable es:
- Honesto: no miente, no embellece la realidad, no oculta nada, no hace promesas que no puede cumplir al 100%.
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Merecido: merece el tiempo, la atención y las emociones que pide a sus usuarios.
- Abierto: no excluye a nadie que pueda, legítimamente, beneficiarse de sus servicios.
- Cuidadoso: se preocupa por su usuario y lo protege de las consecuencias negativas, tanto a él como a quienes lo rodean.
- Fiable en cuanto a los datos: no espía, no extrae información, no utiliza ni comparte datos sin consentimiento, y protege el acceso a esos datos.
- Predecible: sus reacciones son comprensibles, sus decisiones son claras, los canales de apelación son accesibles.
- Frugal: limita su consumo del lado del servidor, del lado de la red y del lado del terminal del usuario.
- Equilibrado: no crea una disimetría de poder económico directamente, en perjuicio de sus usuarios, o indirectamente, en beneficio de sus usuarios y en perjuicio de otros agentes económicos.
Los 8 rasgos constituyen una herramienta para analizar el impacto potencial de cada funcionalidad existente o prevista en el comportamiento de un producto.
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