El valor del ciclo de vida del cliente, en español, es una medida que estimar el valor financiero total que un cliente aporta a a una empresa a lo largo de su relación con ella.
Para quienes diseñan y gestionan productos, entender el CLV es crucial para tomar decisiones informadas sobre características, mejoras y estrategias de retención. Esta métrica considera los ingresos generados por el cliente, los gastos relacionados con la fidelización y adquisición del cliente, así como la duración estimada de su relación con el producto, permitiendo optimizar la experiencia del usuario y maximizar el valor a largo plazo.
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