"2 verdades, 1 mentira" es lo que suelen llaman un “icebreaker”, un ejercicio para romper el hielo que no sólo crea un ambiente agradable al comienzo del taller, sino que también permite conocer rápidamente (10-15 minutos como máximo) a los distintos participantes.
¿Cómo funciona?
Cada persona se toma un máximo de 3 minutos para reflexionar sobre 2 verdades y 1 mentira sobre él o ella, ya sea profesional o personal.
Hay que destacar que el objetivo es engañar al grupo, para que el ejercicio sea más divertido. Por ejemplo: hablo 5 idiomas / toco la trompeta / he compartido un café con Zinedine Zidane.
Por turnos, cada persona dice sus 2 verdades y su mentira, en el orden que quiera.
A continuación, el resto del grupo debe adivinar qué afirmación es una mentira, formulando preguntas a la persona interrogada.
Consejo para quien facilita el taller: piensa en la limitación de tiempo para evitar que se prolongue demasiado.
¿Por qué utilizar 2 verdades, 1 mentira como rompehielos?
Este momento para romper el hielo es importante para crear un buen ambiente en el grupo y crear connivencia. Puede ser una oportunidad para que algunos participantes descubran puntos en común.
Para un facilitador, también es una oportunidad para entender las personalidades de cada participante, lo que es importante para el desarrollo del taller que sigue a este rompehielos.
También puede ser interesante jugar en un grupo que ya se conoce, ya que puede revelar nuevas facetas de la personalidad de cada uno.
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