Es probable que tras leer este artículo pienses que todos los consejos que he compartido contigo no solo valgan para ser mejor Product Manager sino, que también pueden ser aplicados en tu vida fuera del mundo de Producto. Sí. Yo también lo creo (y los aplico).
Cuando te preguntan o te haces la pregunta que titula este artículo es fácil obtener un montón de respuestas tan vagas como clásicas que no harán más que confundirte o hacerte deambular sin rumbo. En cierta manera puede que el problema esté en la propia pregunta. Es demasiado abierta y puede referirse a cualquier cosa. ¿Se trata de tener un conocimiento técnico amplio? ¿O quizás se refiere al liderazgo? ¿Comunicación?
Creo que es mejor si aporto una idea más clara del sentido al que me refiero. Hablo sobre conocimientos en:
- Negocio: conocimientos sobre marketing, ventas, customer success, finanzas, etc.
- Ingeniería: saber leer código o incluso “picarlo”, lanzar queries a bases de datos, arquitectura de software, etc.
- Diseño: ser capaz de crear bocetos de tu idea, tener conocimientos sobre análisis heurísticos, etc.
- Psicología: tener la habilidad de empatizar con tus colegas o clientes, motivar a miembros de tu equipo, influir o incluso convencer a stakeholders en propuestas y negociaciones, tener conocimiento sobre procesos cognitivos y conductuales, análisis de entrevistas, etc.
- Comunicación: ser capaz de expresarte y relacionarte con toda clase de personas en diferentes situaciones (comités, conflictos, grandes audiencias, defensa de iniciativas, etc.)
- Industria de tu producto: conocer todo sobre él, la competencia, el mercado, los nuevos avances, etc.
Esta pregunta es una constante en el mundo del producto. Al principio pensé que la respuesta era sencilla. Bastaba con trabajar y hacer producto. Con el paso del tiempo continué dándole vueltas al asunto y llegué a una conclusión en la que no estaba del todo equivocado, pero tampoco tenía la respuesta completa a la pregunta. Llegados a este punto, comencé a indagar para saber dónde estaba la causa raíz que me haría mejorar como Product Manager. ¿Por qué he realizado todos los cursos que he hecho? ¿Por qué leo libros sin parar? ¿Por qué analizo todo lo que hacen mis compañeros? (Entendedme bien, cuando digo “analizar” me refiero a aprender con toda la humildad del mundo). ¿Por qué quiero tener conocimientos de roles en los que nunca trabajaré?
Un Product Manager debe ser consciente de lo que implica su rol. No te voy a hablar de frameworks o lecciones de producto porque creo que sería quedarme en una capa demasiado superficial. Voy a ir al grano, al origen de todo.
Te voy a hablar de inquietud intelectual
No concibo a alguien que quiera ser Product Manager al que no se le despierte en su interior la necesidad de explorar y aprender de todo lo que le rodea. La inquietud intelectual es la semilla que nos lleva a todo lo demás. No es posible desempeñar bien la labor de Product Manager sin saber qué hacen y cómo lo hacen tus colegas en su día a día. Debe ser una parte fundamental de tu ADN. De lo contrario, creo firmemente que podrías ser Product Manager o estar trabajando en cualquier otro rol.
Dicho esto con tal rotundidad, suena muy lapidario, pero tranquilidad, no es necesario que empieces a dejarte el sueldo en MBAs, cursos de diseño, bootcamps de programación, etc. para así conseguir ser esa navaja suiza que hará de ti un Product Manager súper productivo y versátil.
Cuando hablo de saber qué hacen y cómo lo hacen no me refiero a un nivel de conocimiento tal que te permita realizar su trabajo con la misma destreza. Me refiero a adquirir un conocimiento suficiente que pueda permitirte mantener una conversación en la que de verdad haya comunicación porque ambas partes habláis el mismo idioma.
La inquietud será la que en cada momento, según el producto, empresa o industria, te diga qué conocimiento deberías adquirir para que tu trabajo sea mucho más productivo y, en definitiva, tu vida como Product Manager esté preparada para adaptarse a cualquier cambio u oportunidad.
La naturaleza de los roles asociados a un producto digital implica vivir en un entorno en constante cambio, donde la tecnología, las necesidades de los usuarios, la industria y el contexto evolucionan a un ritmo frenético. La inquietud intelectual no está acotada a un nivel en la jerarquía de producto. Debería estar presente en cada uno de los escalafones de los diferentes roles pudiendo propagar esa forma de vivir a lo largo de toda la estructura de la compañía, generando el caldo de cultivo perfecto para la innovación y la excelencia.
Mantener una inquietud intelectual constante y aceptarla como forma de vida hará que adquieras y desarrolles multitud de cualidades :
- Evolución y aprendizaje continuo: No hay día en el que no aparezcan nuevas tecnologías que puedan ayudarte a gestionar tu producto de una forma mucho más eficiente o nuevos frameworks que prometen solventar los problemas que se plantean. Realizar cursos sobre producto con profesionales del sector, acudir a workshops y charlas, rodearte de una comunidad o estar conectado a newsletters, foros, blogs, podcast, etc. donde se hable de las últimas tendencias pueden ayudarte muchísimo a saber qué está cambiando y cómo adquirir esos conocimientos.
- Adaptabilidad: es muy probable que durante tu vida como Product Manager trabajes en diferentes industrias, en diferentes tipos de empresas, multitud de productos o con tecnologías que son nuevas para ti. Desde mi punto de vista, el beneficio es doble. Por un lado, creo es uno de los mayores atractivos (aunque suponga un reto) que tiene ser Product Manager y, por el otro, creo que, con el paso de todas estas experiencias tan diferentes, vamos llenando la “mochila” de diferentes skills que podremos utilizar en el futuro siempre que las necesitemos. Todo lo que rodee a tu producto exigirá de ti atención y aprendizaje. Con el tiempo, todo ello creará un repositorio de competencias y habilidades transversales que te darán una mayor capacidad de adaptación. Mantener la inquietud intelectual que te aporte todo ese conocimiento necesario para poder enfrentarte a nuevos retos supondrá una clara ventaja competitiva para adaptarse a lo que depare tu futuro.
- Innovación: partamos de la base de que un Product Manager debería estar, en la medida de lo posible, en el espacio del problema. Es decir, una de nuestras labores es identificar y comprender las necesidades y problemas que tienen los usuarios para que el equipo pueda centrarse en el espacio de la solución. Dicho esto, mantener esa inquietud para adquirir un conocimiento que, a priori, pueda parecer poco relevante para nuestro producto, puede darnos alas para desarrollar nuestra creatividad, pensar out of the box y desarrollar nuestro pensamiento lateral.
¿Así de sencillo? No. Como todo en la vida, requiere de entrenamiento. A continuación, te voy a contar de forma muy breve los puntos clave que te ayudarán a desarrollarlo:- Cuestiónate tus patrones mentales: identifica y cuestiona tus suposiciones y pensamientos convencionales y aléjalos a la hora de buscar la solución a un problema.
- Observa: contempla todo lo que te rodea. No hablo solo de tu entorno más cercano, sino de observar y absorber inspiración en otras industrias que, a simple vista, no tengan mucho en común con tu producto. Este punto ha sido el inicio de grandes avances en multitud de industrias. Algunos ejemplos:
- McDonald´s se inspiró en el proceso de producción en cadena que se utiliza en la industria de la automoción para trasladarlo a la industria de comida rápida y así reducir el tiempo de espera, maximizar los recursos y minimizar los gastos.
- Apple se inspiró en el catálogo de aparatos y electrodomésticos de la marca Braun para diseñar muchos de los productos más exitosos de su historia.
- Utiliza analogías: serán muy útiles para comparar ideas que, a simple vista, no tienen nada que ver, pero que nos ayudarán a alejarnos de los estereotipos.
- Pensamiento inverso: comienza dándole la vuelta al problema. Empieza pensando lo contrario de lo establecido para encontrar soluciones al problema que pudieran no ser tan convencionales.
- Sé creativo: las actividades creativas (música, pintura, etc.) te ayudarán a desarrollar el pensamiento lateral y a confiar más en tu intuición.
- Fracciona el problema: dividir el problema en pequeñas partes te permitirá reducir la complejidad y abordar cada una de ellas. En muchas ocasiones, el hecho de ver el problema como un todo nos produce bloqueo o duda a la hora de encararlo.
- Empatía: uno de los pilares fundamentales para realizar bien tu trabajo como Product Manager se basa en la empatía. Resumiendo, podríamos definirla como la capacidad que tenemos para ponernos en el lugar de otra persona teniendo la habilidad de reconocer lo que dicha persona está sintiendo o percibiendo.
Esta capacidad nos aportará numerosas ventajas:- Prevenir conflictos por falta de entendimiento.
- Mejorar nuestra comunicación.
- Ser un modelo conductual para nuestro equipo y compañeros.
- Identificar de una manera mucho más efectiva los problemas y necesidades de nuestros usuarios.
- Fortalecer las relaciones interpersonales.
- Pregunta: no pares de preguntar tanto a tu público objetivo como a quien trabaja a tu lado. Es vital conocer de primera mano lo que buscan y necesitan. Qué les motiva para hacer lo que hacen.
- Observa: no te quedes solo con la información que puedas obtener preguntando porque puede que esté incompleta o sesgada. Contrasta con la información que puedas extraer de la observación para ver si de verdad sus actos dicen lo mismo que sus palabras.
- Siente: no hay nada mejor para saber lo que siente otra persona que ponernos en su lugar y experimentar en nuestra piel su día a día.
- Comunicación más efectiva: en la primera ventaja que enumeraba en el punto anterior, comentaba que podemos mejorar la comunicación a través de la empatía, a lo que añadiría que esa comunicación es completamente efectiva si se acompaña también del conocimiento necesario para hablar el mismo lenguaje. A esta modulación de la comunicación es lo que llamamos inteligencia situacional. De nuevo volvemos a tocar de refilón lo hablado en el punto anterior sobre adaptabilidad.
- Pensamiento estratégico: ser intelectualmente inquieto contribuye a adquirir un pensamiento orientado a una visión estratégica. Tendrás en tu mano datos y conocimiento suficiente como para poder mirar más allá del futuro más próximo y visualizar posibles objetivos estratégicos de tu producto. Podrás identificar oportunidades potenciales para tu producto que podrían significar estar un paso por delante de tus competidores y adquirir un pensamiento visionario. Con el tiempo, serás capaz de adquirir un pensamiento largoplacista para con tu producto, consiguiendo tener un roadmap cada vez más definido y claro.
Conclusión
Un líder es aquella persona que, sin necesidad de ocupar un puesto de autoridad, es capaz de inspirar, motivar y guiar a quien trabaja a su lado para alcanzar el éxito, tanto a nivel individual como colectivo. Ser un generador de contexto perfecto para el desarrollo personal que conduzca al desarrollo como equipo. ¿Por qué te cuento esto? Tal y como he expresado a lo largo de todo el artículo, adoptar la inquietud intelectual como forma de vida hará que se desarrollen en ti numerosas aptitudes. Reunirás todo lo necesario para pasar a ser uno de los activos más valiosos que puede tener una compañía (si no el que más). No solo por tu rendimiento como empleado sino por pasar a ser alguien capaz de retener y atraer talento. Influir positivamente en tus compañeros para sacar el máximo potencial de cada persona. Conseguir ser un referente para quien trabaje a tu lado sin imponer tus ideas ni estar dictando lo que hay que hacer en todo momento. Será un largo camino y exigirá cambiar muchas cosas pero valdrá la pena.
¿Añadirías alguna otra aptitud más? ¿Crees que la mejor forma de retener talento en una empresa es la de incentivar y estimular este mindset? ¿Has experimentado este cambio en tu vida al trabajar junto a otra persona que posee estas características?
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